miércoles, 10 de marzo de 2021

LA REMACHADORA ROSIE ( 8 M )

 FUENTE: "Vanity Fair" Marzo 2021

Es uno de los iconos más importantes del imaginario feminista: una mujer con mono de trabajo y pañuelo de lunares rojos mostrando el biceps como símbolo de fuerza bajo el lema “We can do it!” (¡Nosotras podemos hacerlo!) .o. A su protagonista se la conoce como “Rosie, la remachadora” y durante mucho tiempo nadie pensó en quién era la persona que estaba detrás, si es que había alguna en concreto. Hoy, sabemos que esa mujer era Naomi Parker Fraley, que falleció el pasado enero a los 96 años. Aunque puede que no esté tan claro.



La historia del cartel de Rosie supone atravesar la propia historia de la segunda mitad del siglo XX. Para empezar, lo que es un icono del poder femenino no nació con esa intención. En su origen no pretendía otra cosa más que animar a las mujeres americanas a ocupar los trabajos en las fábricas de los soldados movilizados durante la segunda guerra mundial. Era un llamamiento en contra del absentismo laboral y las huelgas, todo en pos de que no se detuviese la poderosa industria de la guerra de Estados Unidos, una especie de equivalente al famoso cartel del Tío Sam con el “Te quiero a ti en el ejército de los Estados Unidos”. Pero, al contrario que con este símbolo patriótico, su éxito no fue inmediato. Durante años el cartel del artista de Pittsburgh J. Howard Miller no destacó entre la profusa producción propagandística de la guerra. Tuvieron que pasar décadas y que llegasen los años 80 para que una nueva generación lo descubriese y le diese un significado completamente distinto. Rosie ya no era un instrumento de propaganda bélica, sino un llamamiento al poder de las mujeres con una fuerza icónica tal que podía comercializarse con él e incluirlo en souvenirs, posters para dormitorios o camisetas. Y no tardó en llegar el momento en el que alguien se preguntó quién era esa Rosie que ahora funcionaba como icono pop al nivel de la foto del Che Guevara de Alberto Korda.

Emmeline Pethick-Lawrence, una de las más destacadas sufragistas lo explicaba así: “El violeta, color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada luchadora por el derecho al voto, simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad.


LAS PRINCESAS BÁRBARAS DE EXTREMADURA

 FUENTE: diario "El País" 8 Marzo 2021 

El suburbio norte de la antigua Emérita fue durante siglos un área industrial y funeraria, que incluía monumentales sepulturas, sencillos depósitos de cremaciones, inhumaciones infantiles o pequeñas fosas cerámicas. A comienzos del V, el barrio sufrió un “colapso arquitectónico drástico y definitivo, que hizo sucumbir los edificios”, al encontrarse extramuros de la ciudad y ser fácil presa de los ataques. “Uno de los signos más definitorios de ese dramatismo pudo ser el conjunto de cuerpos humanos atrapados y abandonados bajo los techos y piezas arquitectónicas de un posible santuario pagano”. Pero los derrumbes no provocaron que la zona fuese abandonada en las décadas siguientes, sino que durante todo el segundo cuarto del siglo V continuó siendo utilizada como necrópolis por los nuevos señores de la ciudad, los suevos. “Será pues la enésima vez que este espacio vuelva a su primitivo cometido funerario”, señala el documento.

Las decenas de cuerpos exhumados aparecieron extendidos: imagen 


sobre la espalda, en posición de decúbito supino, con los brazos desplegados paralelos al tronco, los miembros inferiores rectos y sin flexionar. Las sepulturas son sencillas: fosas oblongas de ángulos redondeados y, en unos pocos casos, con cajas y clavos de hierro que demuestran la existencia de desaparecidos ataúdes de madera. Y entre todas las tumbas, se ha hallado “un grupo de enterramientos que escapan a lo habitual por los objetos que visten los cuerpos o los acompañan”. Se trata de los restos de nueve jóvenes que fueron inhumadas con fíbulas, pequeños broches, pendientes, colgantes, collares, anillos, láminas repujadas, una jarra cerámica y una copa de vidrio, “lo que diferencia a este grupo del resto”.

Esqueleto con joyas de una de las jóvenes suevas halladas en Mérida.
Esqueleto con joyas de una de las jóvenes suevas halladas en Mérida.

En concreto, uno de los cuerpos luce “fíbulas plateadas” (blechfibeln, en terminología germana), cuyo origen proviene del ámbito geográfico del mar Negro” y, en último término, de la llamada cultura de Cernajahov. “Es, sin duda”, explica el documento, “uno de los más destacados exponentes del atuendo femenino y aristocrático propio de esas poblaciones que, desde comienzos del siglo V, protagonizaron las grandes migraciones” europeas.

Las fíbulas, por ejemplo, “constituyen uno de los artefactos más relevantes de los que integran un grupo exclusivo de objetos de adorno personal desde el punto de vista material y cultural”. La mayoría de estos atavíos son parte del ornato personal femenino, del que participan además unos pendientes —de oro, plata o bronce— cuyo carácter distintivo es su remate poliédrico. Son sencillos aros formados por una fina varilla de sección circular, donde uno de sus extremos es un dodecaedro macizo. Agujas de oro semejantes “probablemente sirvieron para asir ropas o mantos, pues suelen aparecer de dos en dos junto al cuello o al pecho de la difunta. También son habituales las cuentas de collar con la misma forma, o los juegos de manicura”, explican Heras y Olmedo.Las cuentas de oro tubulares exhumadas son oriundas del ámbito de Crimea y del mar Negro. “Las diez pequeñas láminas de oro en forma lanceolada, rematadas en filigrana y con incrustación de granate, aparecidas son parte del atuendo aristocrático. Son muy parecidas a las que se guardan en el Museo de Cracovia ”, se lee en el artículo. En cambio, otra de las jóvenes exhumadas portaba fíbulas plateadas sobre los hombros y láminas de oro repujado —cuadradas, triangulares, circulares o en doble espiral―, lo que lleva a los arqueólogos a referirse a contextos funerarios de Ucrania, Hungría, Rumania, Rusia o Polonia.




martes, 23 de febrero de 2016

35 AÑOS DEL 23 F

 La mayoría de los personajes claves de aquella jornada histórica han desaparecido de la escena política o han fallecido, pero cuando llega la fecha aún rememoran lo acaecido aquel día, a pesar de la fragilidad de memoria que tienen los españoles con los sucesos políticos.

A 18.23 horas, el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero irrumpió al frente de 200 guardias civiles en el hemiciclo, donde se votaba la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo. Tejero, sentenciado a 30 años de prisión por un delito de rebelión militar, fue el último de los condenados en salir de la cárcel, en la que permaneció quince años y nueve meses, y es de los pocos golpista que continúa vivo:

MI VECINO "el golpista" (EL PAÍS)
Viví en Madrid entre 2002 y 2006, mientras estudiaba la licenciatura en Filosofía en la Complutense. Hasta entonces había vivido siempre en México, donde nací, y conocía poco España, de visitar a mi familia durante algún verano. Educado en un colegio de exiliados republicanos en la Ciudad de México, y criado al fragor de las discusiones sobre el franquismo sostenidas por mis abuelos, mis nociones de la historia política española, sin embargo, se detenían en los años oscuros de la posguerra, y muy poco sabía yo sobre la transición democrática y aquel célebre intento por sabotearla.

«Tendrás un vecino notable», me dijo mi abuelo, «el cabrón ese de Tejero, que vive en el departamento de abajo»
Mi abuelo tenía un departamento en la glorieta de San Bernardo, en los edificios Princesa, y tras unos meses de negociaciones me permitió ocuparlo. «Tendrás un vecino notable», me dijo con su característico sarcasmo, «el cabrón ese de Tejero, que vive en el departamento de abajo».
Me acostumbré a verlo a veces en el elevador, o atravesando el patio principal de la comunidad, o entrando por el portón de Santa Cruz de Marcenado. Pero Tejero no era el vecino que más destacaba en los edificios Princesa —construidos en 1975 como viviendas para militares— sino yo: el único extranjero, el único joven, el único estudiante entre una población más bien envejecida y más bien conservadora.
No hice muy buenas migas con los vecinos, pero uno de los porteros del edificio me adoptó como confidente. Había sido guitarrista de Raphael durante los años 60, como demostró con orgullo llevándome varias fotografías en las que se lo veía junto al cantante —que hoy luce más joven, milagrosamente—. Ese portero era el encargado de llamar a la policía si algún coche sospechoso se detenía junto a la entrada: un edificio de militares retirados, con un habitante de tan infausta memoria como Tejero, era presumiblemente un blanco apetecible para la ETA, según me explicó.
A lo largo de esos años me dediqué a mirar obsesivamente las imágenes del fallido golpe, fijándome especialmente en el rostro de mi vecino, en su postura corporal mientras apuntaba la pistola hacia los diputados. Paralelamente, me obsesionó también la idea de saber más sobre la vida de Tejero en el presente. Intenté en vano obtener información a través del portero, a quien sólo le interesaba rememorar sus tiempos con Raphael. (No fue sino hasta que leí, años después, el estupendo libro de Javier Cercas, Anatomía de un instante, que di por satisfecha mi curiosidad en torno al bigotudo señor del departamento de abajo.)...

Quizás no fue tan buena idea revelar la identidad de mi vecino durante la única fiesta que organicé
Quizás no fue tan buena idea revelar la identidad de mi vecino durante la única fiesta que organicé ahí. Desde mi percepción extranjera, jamás hubiera sospechado que aquel suceso de 1981 despertaría aún reacciones violentas entre un grupo de universitarios que ni siquiera habían nacido en aquel entonces. Pero mis compañeros de jolgorio parecían vivir en un presente ampliado que incluía no sólo algunos episodios de 1981, sino también algunos de 1936, y la noticia de que a pocos metros dormía Tejero inflamó sus alcoholizadas imaginaciones. «Vamos a despertarlo y le pegamos de hostias», propuso el más osado. Desde luego, la épica de hacer justicia excitó también mis emociones de veinteañero, pero no quería perder el derecho a vivir en aquel piso, así que procuré calmar los ánimos y convencí a mis amigos de que en vez de confrontar al golpista podíamos mandarle mensajes con aviones de papel desde el balcón. Confiaba en que el estado etílico de la reunión entorpeciera la maniobra y que ninguna amenaza de muerte alcanzara el balcón de Tejero. Pese a ello, escribí yo mismo un mensaje, de intención más bien paródica, y lancé mi avioncito de papel. Decía solamente “Que se sienten, ¡coño!”
Nunca dejó de sorprenderme que la Historia y mi vida cotidiana se entrelazaran de un modo tan insospechado. Los protagonistas de la Historia, pensaba, pertenecían a un mundo paralelo, donde soportaban el castigo de su éxito o su fracaso rodeados exclusivamente de prohombres y villanos, jamás de anónimos lectores de Descartes como yo. Por el contrario, mi vecino golpista era un jubilado más de los muchos que me miraban con recelo en el elevador, lamentando en silencio que su inmaculada patria se hubiese degradado al punto de permitir que un joven mexicano viviera, como un espía, entre ellos.
Daniel Saldaña París (Ciudad de México, 1984) es autor de En medio de extrañas víctimas (Editorial Sexto Piso).





Jaime Milans del Bosch, capitán general de la II Región Militar, que impuso el estado de excepción en Valencia, el general de división del Ejército de Tierra, Alfonso Armada y el Jefe del Estado Mayor de la División Acorazada Brunete, José Ignacio San Martín, son algunos de los ya fallecidos.

El presidente en funciones en ese momento, Adolfo Suárez, y el que iba a ser investido también han muerto, así como otros protagonistas: el secretario general de la Casa de Su Majestad el Rey, Sabino Fernández Campo, el vicepresidente del Gobierno y teniente general del Ejército, Manuel Gutiérrez Mellado, el secretario del PCE y único diputado que permaneció sentado, Santiago Carrillo, o el presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga.
El presidente en funciones en ese momento, Adolfo Suárez, y el que iba a ser investido también han muerto, así como otros protagonistas
Cuando media España oyó en la radio o vio la televisión la irrupción de Tejero en el Salón de Plenos y su grito de "todos al suelo", el presidente del Congreso era Landelino Lavilla y llamaba a votar al diputado socialista Manuel Núñez Encabo.

Todo el mundo recuerda a Gutiérrez Mellado, que se fue hacia ellos y fue zarandeado por Tejero, mientras varias ráfagas de subfusiles acribillaron la cúpula del hemiciclo y Suárez intentaba socorrerle. Horas después, tres escuadrones con blindados ocupaban las instalaciones de RTVE en Prado del Rey, por lo que TVE no informa sobre lo que ocurría y Radio Nacional sólo emitía música, hasta que a las 21.00 los militares se retiran.
Una imagen para resumir un país y un siglo: Tejero irrumpe en el Congreso de los Diputados, el 23-F de 1981. EFE

Heridos y evacuados

Los héroes y antihéroes de aquella jornada están muy presentes en la memoria colectiva, pero quizás no recuerden tanto que dejó algunos heridos y evacuados. Ocho diputados -Fernando Sagaseta, Asunción Cruañes, Gabriel Cisneros, José Antonio Trilla, Faustino Múñoz, José Rodríguez, Francisco Javier Sanz y Francisco Vázquez- recibieron asistencia por parte de los también diputados y doctores Donato Fuejo y Carlos Gila, así como por la médico Carmen Echave, que estaba en la tribuna de invitados y atendió a varios de ellos.
De los heridos, Cruañes, Muñoz, Rodríguez, Vázquez y Cisneros fueron conducidos a centros hospitalarios
Además, ella salió del Congreso a por medicinas y volvió con información para los diputados. Los lesionados sufrieron contusiones o heridas a causa del tiroteo inicial, del rebote de los casquillos o del desprendimiento de cristales y escayola.

De los heridos, Cruañes, Muñoz, Rodríguez, Vázquez y Cisneros fueron conducidos a centros hospitalarios, aunque éste, después de ser asistido por primera vez, se incorporó a su escaño y fue desalojado de nuevo por sentirse indispuesto otra vez. El senador David Pérez Puga también fue desalojado, mientras que el diputado Jesús Aizpun se negó, pese a que padecía afecciones cardiacas.

También tuvieron que ser atendidos tres invitados, que sufrieron cortes o contusiones en el tiroteo inicial. Precisamente con los tiros y su número ha habido polémica en estos años, ya que algunos han desaparecido y otros han aparecido debido a las diversas obras que se han practicado en el Palacio.

En las del verano de 2013 "desaparecieron" cinco impactos, pero se descubrieron otros ocho, lo que viene a ser una ráfaga de metralleta de los hombres de Tejero. Los técnicos del Congreso señalaron que había ocho tiros de más y constataron que ya no estaban diez de los impactos originales.

En un detallado informe fechado en diciembre de 1981, el arquitecto conservador del Congreso contabilizaba 37 impactos, ahora quedan 35, entre ellos, esos ocho que no se conocían hasta ese verano. La respuesta a esa "perdida" sería las sucesivas obras que se han llevado a cabo en el hemiciclo en esos años, ya que desde 1988 se han acometido importantes remodelaciones del Salón de Plenos.

 

 

miércoles, 28 de octubre de 2015

TAL DÍA COMO HOY

Tal día como hoy, en 1956, Televisión Española comienza sus emisiones regulares desde un chalet del Paseo de La Habana en Madrid. Esta primera emisión tuvo un alcance de 60 kilómetros, y tuvo un escaso seguimiento dado que solo había alrededor de 600 aparatos de televisión en toda la ciudad. Dicha emisión contó con la presencia del ministro de Información y Turismo, por aquel entonces Gabriel Arias Salgado, que pronunció las primeras palabras que retransmitió la cadena.

También un 28 de octubre, en este caso de 1848, se puso en funcionamiento la primera línea férrea de España, que constaba de apenas 30 kilómetros y que unía Barcelona con la localidad de Mataró. El primer viaje exento de ceremonias de inauguración tuvo una duración de 35 minutos, por lo que el proyecto fue considerado un éxito. Curiosamente, esta línea de ferrocarril no fue la primera inaugurada en la España de la época, pues ya en 1837 se había inaugurado en la entonces provincia de Cuba el trazado que unía La Habana con Güimes.

En 1886, en el puerto de Nueva York, el presidente estadounidense Grover Cleveland inaugura la Estatua de la Libertad, que fue obsequiada a la ciudad por el pueblo francés para celebrar el primer siglo de independencia de Estados Unidos. La inauguración fue celebrada por los asistentes con el lanzamiento espontáneo de confeti y serpentinas, siendo éste el primer espectáculo de este tipo de la historia.

viernes, 12 de junio de 2015

LA COMIDA BASURA

Extraído de "El País". Febrero 2015
El mundo se vuelve cada vez más dual también en cuestiones de alimentación. Mientras una parte de los habitantes del planeta siguen padeciendo hambre, otra, cada vez mayor, pierde salud por exceso de comida. Naciones Unidas ha puesto cifras a este fenómeno: 950 millones de personas sufren desnutrición y cada año mueren cinco millones de niños por ello. Al mismo tiempo hay 2.100 millones de personas con sobrepeso; y tres millones mueren cada año por obesidad.
La revista científica The Lancet advierte en su último número de que el problema se extiende y que ningún país ha sido capaz hasta ahora de revertir una tendencia que tendrá enormes costes, no solo en términos personales y de salud, sino también económicos. Sin medidas adicionales no se podrá cumplir el objetivo de la OMS de que la tasa de obesidad esté en 2030 en el nivel de 2010.
La principal causa es la comida basura, categoría en la que se sitúa una gran cantidad de productos ricos en calorías y pobres en nutrientes. Bollería industrial, bebidas azucaradas y aperitivos con alto contenido de azúcar, grasas o sal son sus principales exponentes.
Se trata de productos que llegan al mercado arropados por grandes campañas de promoción. Son, en general, más baratos y accesibles que la comida saludable; de ahí que la obesidad se esté convirtiendo en un nuevo signo de pobreza. Y se extiende no solo en los países ricos, sino también en los pobres. Los productos azucarados se benefician de la tendencia innata por razones de herencia evolutiva a preferir los alimentos dulces. La bollería industrial añade la peor de las fórmulas: azúcares y grasas en grandes cantidades.

La profusión de estos productos está cambiando hábitos y preferencias, de manera que cada vez son más demandados. El resultado es una alteración metabólica que hace que aumente el sobrepeso incluso cuando se reduce la ingesta de calorías.
La OMS señala varias formas de combatir la epidemia, pero todas ellas exigen grandes dosis de voluntad política. Combinan la prevención con una regulación fiscal que penalice el consumo de estos productos, y todas exigen el compromiso de la industria alimentaria. El camino está claro. El problema es recorrerlo.

viernes, 27 de marzo de 2015

HUEVOS DE PASCUA

La tradición de los huevos, muy arraigada en Estados Unidos, el centro de Europa e Inglaterra, empezó debido a que los cristianos católicos que seguían la abstinencia de la Cuaresma, no podían comer, entre otras cosas, huevos ni productos lácteos. Los seguidores de esta tradición guardaban los huevos, y para mantenerlos frescos los bañaban con una fina capa de cera líquida. Una vez terminada la Cuaresma, se reunían delante de la iglesia de su ciudad, y los regalaban. Con el tiempo, la iglesia católica fue cambiando las tradiciones, y hoy solamente recomienda la abstinencia de carne los viernes de la Semana Santa.
Sin embargo, la tradición de regalar huevos de Pascua siguió y de hecho continúa en muchos países del mundo. La única diferencia es que antes se pintaban y decoraban huevos de gallina y de pavo.



En cambio, hoy aunque se siguen regalando huevos de gallina en muchos países, desde principios del siglo XIX se regalan huevos de chocolate.

En muchas culturas, los huevos representan 'vida' y 'fertilidad', y tanto en Roma como en Grecia, se regalaban huevos pintados en las fiestas y festivales de primavera. Si hablamos de los huevos como símbolo cristiano, estos huevos tienen el sentido de una 'vida nueva', tal como significa palabra Pascua. Y muy relacionado también con la resurrección de Jesucristo.
Y el conejo, ¿qué pinta en toda esta historia? Pues el conejo ya ha sido una fantasía inventada por los padres para dar una pizca de ilusión al domingo de Pascua. Los niños creen que es el conejo es el  que trae los huevos. Los padres esconden los huevos de chocolate por el jardín o la casa y los niños van a buscarlos el domingo de Pascua.

domingo, 15 de marzo de 2015

FALLAS

Del origen de las Fallas se puede afirmar que se remontan a principios del siglo XVIII. Una teoría dice que los carpinteros hacían quemar sus «parots», unas estructuras en las que colgaban los candiles ya que al llegar la primavera, dejaban de ser necesarios. La Iglesia, para combatir el paganismo de la fecha terminó haciéndola coincidir con la víspera de la festividad del patrón de los carpinteros, San José.




 Poco a poco, ese parot fue vistiéndose con ropas para adoptar figura humana y entonces comenzó también a aludir a personajes, en un principio del propio barrio.



Así surgió el ninot y posteriormente los aldeanos comenzarían a confeccionar también los catafalcos, de forma que se creaban monumentos con varios muñecos, que de las telas y la cera evolucionaron ya en el siglo XX al cartón piedra.