LA SEQUÍA HA
ACABADO CON LOS ANIMALES DEL CUERNO DE ÁFRICA.
En Somalia, 1,5
millones de personas esperan ayuda.
El Programa Mundial de Alimentos
de la ONU ha conseguido trasladar la ayuda humanitaria a ocho millones de
personas en los países afectados por la peor sequía en 60 años en el
Cuerno de África. El objetivo marcado desde el inicio de la crisis era asistir
a 11,5 millones. 1,5 millones de personas esperan todavía a recibir la ayuda.
"No tengo ganado. Vivimos de
los alimentos que nos proporciona el Gobierno", lamenta Fatuma Ibrahim,
madre de diez hijos, que vive en la comunidad de Moruro (Kenia). Acción contra
el Hambre envió ayer este testimonio para mostrar el drama de las familias
somalíes que habitan en Kenia y que tras dos años sin llover no pueden mantener
su actividad de pastoreo. La familia de Ibrahim come sólo una vez a la semana
una especie de gachas de harina de maíz.
Por su parte, la FAO ha convocado
una reunión de ministros de Agricultura el próximo 18 de agosto. Según
los cálculos de este organismo dependiente de Naciones Unidas, la recuperación
de la agricultura en la zona requiere una inversión de 103 millones de euros.
La Unión
Africana
Además, en Mogadiscio, capital de
Somalia, las tropas de la Unión Africana (UA) tratan de tomar el control tras
la retirada el pasado fin de semana del ejército de los islamistas de Al
Shabab, que estaban impidiendo la llegada de ayuda internacional a la zona.
Viejos autobuses reconvertidos en duchas para 'homeless'
San Francisco es una de las ciudades con más homeless
de los EE UU. De los más de 633.000 ciudadanos del país más poderoso del mundo que
viven en la calle —casi siempre porque no tienen otra posibilidad, aunque
también hay personas que lo hacen por voluntad propia y razonada—, entre 7.000 y 10.000 han
elegido esta ciudad, considerada con frecuencia la capital de los
sin techo estadounidenses.
¿Qué motivos explican que la pequeña San
Francisco (900.000 habitantes) tenga más homeless que Nueva York?
Hablando en general, dos: los programas sociales del Ayuntamiento, que ofrecen
desde pequeñas ayudas económicas hasta alojamiento en refugios, y la tolerancia
casi genética de los vecinos hacia las formas de vida marginales.
De la población de sin techo de San Francisco, la
mitad se niega a aceptar alojamiento y opta por los rincones más escondidos
para pasar la noche. Para esas personas la dignidad de lavarse y vivir
aseadamente es casi nula. Sólo ocho establecimientos sociales de la
ciudad tienen duchas públicas para los al menos 3.500 homeless
que viven en la calle.
La organización LavaMae —el nombre, dicen, viene del español
"lávame"—, montada por "ciudadanos
de a pie que creen que el acceso a una ducha y un cuarto de baño nunca debe
ser un lujo", ha formulado una propuesta razonable: reconvertir autobuses
retirados de servicio, en unidades sanitarias sobre ruedas que
puedan recorrer la ciudad y ofrecer un lugar para el aseo personal a quienes
están desposeídos de ese derecho primario. Cada autobús tendría un par de
cabinas de duchas, otros dos aseos y una zona de vestuario.
Los responsables municipales han anunciado que donarán cuatro vehículos y LavaMae ya ha recolectado
200.000 de los 340.000 dólares necesarios para el acondicionamiento de los
vehículos. En marzo, anuncian, el primer autobús-ducha estará operando.
-ACTIVIDADES.
1º Título de ambas notícias.
2º Explicación breve de ambos textos.
3º Definición de los términos subrayados.
4º Opinión personal de ambos textos.