Tal día como hoy, en 1956, Televisión Española
comienza sus emisiones regulares desde un chalet del Paseo de La Habana
en Madrid. Esta primera emisión tuvo un alcance de 60 kilómetros, y
tuvo un escaso seguimiento dado que solo había alrededor de 600 aparatos
de televisión en toda la ciudad. Dicha emisión contó con la presencia
del ministro de Información y Turismo, por aquel entonces Gabriel Arias
Salgado, que pronunció las primeras palabras que retransmitió la cadena.
También un 28 de octubre, en este caso de 1848, se
puso en funcionamiento la primera línea férrea de España, que constaba
de apenas 30 kilómetros y que unía Barcelona con la localidad de Mataró.
El primer viaje exento de ceremonias de inauguración tuvo una duración
de 35 minutos, por lo que el proyecto fue considerado un éxito.
Curiosamente, esta línea de ferrocarril no fue la primera inaugurada en
la España de la época, pues ya en 1837 se había inaugurado en la
entonces provincia de Cuba el trazado que unía La Habana con Güimes.
En 1886, en el puerto de Nueva York, el presidente estadounidense Grover Cleveland inaugura la Estatua de la Libertad,
que fue obsequiada a la ciudad por el pueblo francés para celebrar el
primer siglo de independencia de Estados Unidos. La inauguración fue
celebrada por los asistentes con el lanzamiento espontáneo de confeti y
serpentinas, siendo éste el primer espectáculo de este tipo de la
historia.
"La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo". Nelson Mandela.
miércoles, 28 de octubre de 2015
viernes, 12 de junio de 2015
LA COMIDA BASURA
Extraído de "El País". Febrero 2015
El mundo se vuelve cada vez más dual también en cuestiones de alimentación. Mientras una parte de los habitantes del planeta siguen padeciendo hambre, otra, cada vez mayor, pierde salud por exceso de comida. Naciones Unidas ha puesto cifras a este fenómeno: 950 millones de personas sufren desnutrición y cada año mueren cinco millones de niños por ello. Al mismo tiempo hay 2.100 millones de personas con sobrepeso; y tres millones mueren cada año por obesidad.
La revista científica The Lancet advierte en su último número de que el problema se extiende y que ningún país ha sido capaz hasta ahora de revertir una tendencia que tendrá enormes costes, no solo en términos personales y de salud, sino también económicos. Sin medidas adicionales no se podrá cumplir el objetivo de la OMS de que la tasa de obesidad esté en 2030 en el nivel de 2010.
La principal causa es la comida basura, categoría en la que se sitúa una gran cantidad de productos ricos en calorías y pobres en nutrientes. Bollería industrial, bebidas azucaradas y aperitivos con alto contenido de azúcar, grasas o sal son sus principales exponentes.
Se trata de productos que llegan al mercado arropados por grandes campañas de promoción. Son, en general, más baratos y accesibles que la comida saludable; de ahí que la obesidad se esté convirtiendo en un nuevo signo de pobreza. Y se extiende no solo en los países ricos, sino también en los pobres. Los productos azucarados se benefician de la tendencia innata por razones de herencia evolutiva a preferir los alimentos dulces. La bollería industrial añade la peor de las fórmulas: azúcares y grasas en grandes cantidades.
La profusión de estos productos está cambiando hábitos y preferencias, de manera que cada vez son más demandados. El resultado es una alteración metabólica que hace que aumente el sobrepeso incluso cuando se reduce la ingesta de calorías.
La OMS señala varias formas de combatir la epidemia, pero todas ellas exigen grandes dosis de voluntad política. Combinan la prevención con una regulación fiscal que penalice el consumo de estos productos, y todas exigen el compromiso de la industria alimentaria. El camino está claro. El problema es recorrerlo.
El mundo se vuelve cada vez más dual también en cuestiones de alimentación. Mientras una parte de los habitantes del planeta siguen padeciendo hambre, otra, cada vez mayor, pierde salud por exceso de comida. Naciones Unidas ha puesto cifras a este fenómeno: 950 millones de personas sufren desnutrición y cada año mueren cinco millones de niños por ello. Al mismo tiempo hay 2.100 millones de personas con sobrepeso; y tres millones mueren cada año por obesidad.
La revista científica The Lancet advierte en su último número de que el problema se extiende y que ningún país ha sido capaz hasta ahora de revertir una tendencia que tendrá enormes costes, no solo en términos personales y de salud, sino también económicos. Sin medidas adicionales no se podrá cumplir el objetivo de la OMS de que la tasa de obesidad esté en 2030 en el nivel de 2010.
La principal causa es la comida basura, categoría en la que se sitúa una gran cantidad de productos ricos en calorías y pobres en nutrientes. Bollería industrial, bebidas azucaradas y aperitivos con alto contenido de azúcar, grasas o sal son sus principales exponentes.
Se trata de productos que llegan al mercado arropados por grandes campañas de promoción. Son, en general, más baratos y accesibles que la comida saludable; de ahí que la obesidad se esté convirtiendo en un nuevo signo de pobreza. Y se extiende no solo en los países ricos, sino también en los pobres. Los productos azucarados se benefician de la tendencia innata por razones de herencia evolutiva a preferir los alimentos dulces. La bollería industrial añade la peor de las fórmulas: azúcares y grasas en grandes cantidades.
La profusión de estos productos está cambiando hábitos y preferencias, de manera que cada vez son más demandados. El resultado es una alteración metabólica que hace que aumente el sobrepeso incluso cuando se reduce la ingesta de calorías.
La OMS señala varias formas de combatir la epidemia, pero todas ellas exigen grandes dosis de voluntad política. Combinan la prevención con una regulación fiscal que penalice el consumo de estos productos, y todas exigen el compromiso de la industria alimentaria. El camino está claro. El problema es recorrerlo.
viernes, 27 de marzo de 2015
HUEVOS DE PASCUA
La tradición de los huevos, muy arraigada en Estados Unidos, el centro de Europa e Inglaterra, empezó debido a que los cristianos católicos que seguían la abstinencia de la Cuaresma, no podían comer, entre otras cosas, huevos ni productos lácteos. Los seguidores de esta tradición guardaban los huevos, y para mantenerlos frescos los bañaban con una fina capa de cera líquida. Una vez terminada la Cuaresma, se reunían delante de la iglesia de su ciudad, y los regalaban. Con el tiempo, la iglesia católica fue cambiando las tradiciones, y hoy solamente recomienda la abstinencia de carne los viernes de la Semana Santa.
Sin embargo, la tradición de regalar huevos de Pascua siguió y de hecho continúa en muchos países del mundo. La única diferencia es que antes se pintaban y decoraban huevos de gallina y de pavo.
En cambio, hoy aunque se siguen regalando huevos de gallina en muchos países, desde principios del siglo XIX se regalan huevos de chocolate.
En muchas culturas, los huevos representan 'vida' y 'fertilidad', y tanto en Roma como en Grecia, se regalaban huevos pintados en las fiestas y festivales de primavera. Si hablamos de los huevos como símbolo cristiano, estos huevos tienen el sentido de una 'vida nueva', tal como significa palabra Pascua. Y muy relacionado también con la resurrección de Jesucristo.
Y el conejo, ¿qué pinta en toda esta historia? Pues el conejo ya ha sido una fantasía inventada por los padres para dar una pizca de ilusión al domingo de Pascua. Los niños creen que es el conejo es el que trae los huevos. Los padres esconden los huevos de chocolate por el jardín o la casa y los niños van a buscarlos el domingo de Pascua.
Sin embargo, la tradición de regalar huevos de Pascua siguió y de hecho continúa en muchos países del mundo. La única diferencia es que antes se pintaban y decoraban huevos de gallina y de pavo.
En muchas culturas, los huevos representan 'vida' y 'fertilidad', y tanto en Roma como en Grecia, se regalaban huevos pintados en las fiestas y festivales de primavera. Si hablamos de los huevos como símbolo cristiano, estos huevos tienen el sentido de una 'vida nueva', tal como significa palabra Pascua. Y muy relacionado también con la resurrección de Jesucristo.
Y el conejo, ¿qué pinta en toda esta historia? Pues el conejo ya ha sido una fantasía inventada por los padres para dar una pizca de ilusión al domingo de Pascua. Los niños creen que es el conejo es el que trae los huevos. Los padres esconden los huevos de chocolate por el jardín o la casa y los niños van a buscarlos el domingo de Pascua.
domingo, 15 de marzo de 2015
FALLAS
Del origen de las Fallas se puede afirmar que se remontan a principios del siglo XVIII. Una teoría dice que los carpinteros hacían quemar sus «parots», unas estructuras en las que colgaban los candiles ya que al llegar la primavera, dejaban de ser necesarios. La Iglesia, para combatir el paganismo de la fecha terminó haciéndola coincidir con la víspera de la festividad del patrón de los carpinteros, San José.
Poco a poco, ese parot fue vistiéndose con ropas para adoptar figura humana y entonces comenzó también a aludir a personajes, en un principio del propio barrio.
Así surgió el ninot y posteriormente los aldeanos comenzarían a confeccionar también los catafalcos, de forma que se creaban monumentos con varios muñecos, que de las telas y la cera evolucionaron ya en el siglo XX al cartón piedra.
Poco a poco, ese parot fue vistiéndose con ropas para adoptar figura humana y entonces comenzó también a aludir a personajes, en un principio del propio barrio.
Así surgió el ninot y posteriormente los aldeanos comenzarían a confeccionar también los catafalcos, de forma que se creaban monumentos con varios muñecos, que de las telas y la cera evolucionaron ya en el siglo XX al cartón piedra.
jueves, 19 de febrero de 2015
Más fuertes que el acero
Con la crisis de 1929,
todo se vino abajo. Incluso el glamur y la trasgresión en la moda que
habían comenzado a imponerse en las mujeres allá por 1914, cuando se
acortaron las faldas y quedaron al descubierto no solo los tobillos,
sino las pantorrillas hasta cerca de la rodilla. Los años 20 se esfumaban y las piernas volvían a quedar escondidas bajo largos vestidos, en consonancia con el crack económico
que se iniciaba. Pero aquello solo fue un paréntesis. La industria
textil se preparaba para el contraataque con una prenda que desataría la
locura entre aquellas mujeres reprimidas por la crisis y que cambiaría
la historia de la moda. Hablamos, ni más ni menos, de las míticas medias
de naylon.
En 1935 , el químico estadounidense Wallace Carothers inventó
este material al que definió como «una nueva seda hecha con fibra
sintética». No sabía aún que con su creación iba a revolucionar la moda
femenina en todo el mundo, cuando, tres años después, se anunciara la
llegada de unas nuevas medias hechas con su material, más resistente y
suave que los que se usaban anteriormente.
Fue durante la en la Feria Mundial de Nueva York, en 1939, cuando el vicepresidente de Dupont, Charles Stine,
presentó las novedosas medias de nailon a un grupo de mujeres, a las
que dejó tirar de cada uno de los extremos para demostrar la fortaleza
del tejido. Quedaron absolutamente asombradas, contentas de que aquel
material acabaría con los remiendos a los que estaban acostumbradas.
Por fin, el 15 de mayo de 1940 se
pusieron a la venta por primera vez en Estados Unidos. Tal fue el
impacto que causaron que, cuatro días después, ya se habían vendido
alrededor de cinco millones de pares. Toda una locura que hizo que aquel
primer día de ventas pasara a la historia como «El Día N».
Miles de mujeres se agolpaban cada día frente a los grandes almacenes
para hacerse con las suyas, disparándose las ventas hasta los 64
millones de unidades en todo el país durante el primer año.
domingo, 15 de febrero de 2015
Carnaval, Carnaval
Tal y como lo conocemos hoy en día, el carnaval es una continuidad de los antiguos Saturnales, las festividades romanas que se celebraban en honor al Dios Saturno.
Esta despedida a la carne se realizaba los días previos al Miércoles de Ceniza, fecha en la que se daba comienzo a la Cuaresma; un periodo de cuarenta días (hasta el Domingo de Resurrección) que se destinaba a la abstinencia, recogimiento y el ayuno, acompañado de oraciones, penitencia y espiritualidad religiosa.
La etimología y origen de la palabra carnaval nos indica que proviene del término italiano ‘carnevale’ y éste a su vez del latín ‘carnem levare’ cuyo significado es carnem (carne) y levare (quitar): quitar la carne.
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