Pero las industrias exigían grandes aportaciones de dinero, que un sólo empresario no podía proporcionar. Entonces adquirieron importancia las sociedades anónimas, en las cuales el capital es aportado por muchas personas. Este capital se divide en acciones y a cada contribuyente (accionista) le corresponde un número determinado de acciones, según la capacidad de dinero que haya proporcionado. Estas acciones pueden ser vendidas por sus propietarios en la bolsa de valores y adquiridas por cualquier persona.
Bolsa de valores de París.
Álvaro tanto entrada como imagen subidas son correctas, solo te ha quedado etiquetar. Fíjate en este detalle para otras veces.
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